Tropas de la Guardia Nacional comenzaron a desplegarse este domingo 8 de junio en el centro de Los Ángeles, tras días de protestas contra operativos migratorios. La orden fue emitida directamente por el presidente Donald Trump, en un contexto de creciente tensión entre manifestantes y autoridades federales.
El Departamento de Defensa confirmó la participación de efectivos del 79º Equipo de Combate de la Brigada de Infantería, quienes fueron ubicados en inmediaciones del Centro de Detención Metropolitano, donde en días recientes se registraron enfrentamientos. En redes sociales circularon imágenes de soldados armados y vehículos blindados en el área federal.
Trump anunció el envío de 2,000 soldados estatales al considerar las protestas como «una forma de rebelión». La presencia de los efectivos se concentra actualmente en una zona delimitada del centro de la ciudad, mientras el resto permanece sin alteraciones significativas.
La noche del sábado 7 de junio, las confrontaciones más intensas ocurrieron en la ciudad de Paramount, al sur del condado angelino. Manifestantes intentaron bloquear el paso de vehículos de la Patrulla Fronteriza; en respuesta, las autoridades utilizaron gases lacrimógenos y proyectiles de pimienta.
Las redadas del día anterior dejaron más de 100 personas detenidas, entre ellas un dirigente sindical acusado de obstrucción. La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, justificó la movilización militar: «preservar el orden y garantizar que las protestas puedan llevarse a cabo de forma segura».
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, advirtió que se podrían desplegar marines si las manifestaciones escalan en violencia. Esta decisión ha sido calificada como controversial, ya que se ejecutó sin el consentimiento del gobernador de California, Gavin Newsom.
Según el Brennan Center for Justice, este despliegue marca la primera activación de la Guardia Nacional estatal sin el aval del gobierno local en décadas. Newsom criticó la acción como «una provocación innecesaria» y calificó las advertencias de Hegseth como «peligrosamente irresponsables».
Durante la madrugada del domingo, se registraron más disturbios en Compton, donde manifestantes incendiaron un vehículo. Las fuerzas del orden instalaron barreras y alambre de púas en zonas federales del centro de Los Ángeles, donde se declaró una asamblea ilegal y se realizaron múltiples detenciones.
Las movilizaciones continúan, mientras el despliegue militar refuerza el mensaje de firmeza del gobierno federal ante la oposición social a las políticas migratorias en el sur de California.
NotiPress/Patricia Manero
