La Asociación Internacional de Edulcorantes (ISA) responde al nuevo estudio de Debras, Chazelas et al.1 sobre edulcorantes bajos en calorías/sin calorías y enfermedades cardiovasculares, señalando que, contrariamente a las afirmaciones realizadas en este estudio, no existe evidencia causal de que los edulcorantes bajos en calorías/sin calorías puedan incrementar el riesgo de enfermedades cardiovasculares (ECV).
Es más, aunque el estudio de Debras, Chazelas et al. afirma demostrar una asociación entre la ingesta de edulcorantes bajos en calorías/sin calorías y riesgo de ECV, no existe evidencia alguna de un mecanismo plausible que respalde efectos potenciales de los edulcorantes bajos en calorías/sin calorías sobre la salud cardiometabólica2. La seguridad de todos los edulcorantes bajos en calorías/sin calorías aprobados ha sido confirmada por organismos de seguridad alimentaria de todo el mundo, incluidos el Comité Mixto de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA) de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS)3, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA)4, y la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA)5.
De hecho, la ingesta de edulcorantes bajos en calorías/sin calorías de la cohorte de NutriNet-Santé fue extremadamente baja, incluso en los mayores consumidores (definidos en el estudio como los participantes con mayor ingesta de dulce, por encima del promedio específico por sexo entre consumidores). Y es importante destacar que los expertos han cuestionado la capacidad de detectar una asociación entre edulcorantes bajos en calorías/sin calorías y cualquier resultado para la salud a niveles tan bajos de ingesta, y subrayado que, en tales circunstancias, los factores de confusión cobran mayor influencia6. Por su diseño, los estudios observacionales no pueden establecer una relación causa-efecto debido a su naturaleza observacional y a la imposibilidad de excluir factores de confusión residuales o, esto es importante, atenuar los efectos de la causalidad inversa7.
Contrariamente al estudio de Debras, Chazelas et al., una revisión sistemática y meta análisis de estudios prospectivos de cohortes que incluían análisis de cambios y sustituciones, que mitigan la influencia de la causalidad inversa garantizando asociaciones más sólidas y coherentes, concluyó que las bebidas edulcoradas bajas en calorías/sin calorías están asociadas a un menor riesgo de mortalidad por enfermedad coronaria y ECV cuando tienen por objeto sustituir las bebidas endulzadas con azúcar8. Estas conclusiones están en la línea de las evidencias procedentes de ensayos controlados aleatorizados, que confirman que no existe efecto adverso de los edulcorantes bajos en calorías/sin calorías sobre factores de riesgo cardiometabólico, incluidos presión arterial, niveles de lípidos, glucosa en sangre y peso corporal, y confirman, de hecho, ciertos beneficios cuando se utilizan para sustituir azúcares en la dieta9,10.
En un momento en que las enfermedades no transmisibles, incluidas la diabetes y las enfermedades bucodentales, siguen siendo importantes retos para la salud global, y ante recomendaciones actuales de salud pública respecto a reducir la ingesta total de azúcares, los edulcorantes bajos en calorías/sin calorías pueden ser de utilidad para crear entornos alimentarios más saludables. Ofrecen a las personas una amplia variedad de opciones de sabor dulce con pocas calorías o sin calorías, por lo que pueden ser una herramienta útil, si se utilizan en vez de azúcar y como parte de una dieta equilibrada, para ayudar a reducir la ingesta total de azúcares y calorías, así como para controlar los niveles de glucosa en sangre11. Además, los edulcorantes bajos en calorías/sin calorías no fermentan por acción de las bacterias orales, lo que significa que no contribuyen a la desmineralización dental, que es una de las causas de la caries dental12.
Agencias